sábado, 16 de mayo de 2009

Segunda plegaria... † Hoy †

Desde hace tiempo llevo sintiéndome perdido en un mar de confusiones, soledad, sintiendo que el vacío me consume y me lleva a pensar que en la vida no hay nada que esperar, nada que se pueda hacer, más que vivir el hoy y el ahora.

Anoche, tuve una revelación. Dejé todo, todo. Dejé de ser el esclavo del consumo, me solté el yugo que me ataba a mis responsabilidades sin importancias, escapé de todo lo que me hacía mal. Hoy, puedo decir que siento la brisa fresca del día, siento el sol tibio acariciar mi piel oscura, y mi pelo despeinarse con el viento. Siento el frío y el calor, siento lo que es bueno y lo malo.

Hasta anoche, pasaba mis días y mis noches, sin vivir. Cada vez que podía, me conectaba al mundo virtual que el Internet es, dejaba de hablar con las personas que me quería, para hablar con desconocidos, para buscar información que no va a servirme nunca. Llegué a darme cuenta que todos los vicios de la vida puede soltarse con un simple Click.

Me perdía de estar con mis amigos, para estar con desconocidos que nunca serás más de lo que son ahora, nadie para mí. Dejé eso.
Dejé de sumergirme en el mar de los juegos virtuales, para volver a mis amados libros; las únicas historias que necesito.

El Click tiene que ser interno, tiene que estar en nuestras cabezas. Está ahí, siempre prendiendo y apagándose. Nosotros, sólo tenemos que dejar apagada las luces del dolor y empezar a vivir lo que realmente queremos, tomar lo que amamos, dejar lo que no nos gusta. Ser libres, ser uno mismo, honesto consigo mismo.

Mis acólitos