Cuarta plegaria... † Imágenes †

Tercer plegaria... † Alabanza †

Me gusta que la gente me elogie, que la gente esté todo el tiempo diciéndome "me gusta cómo trabajás", "me encanta que seas tan eficiente", "voy a recomendarte"... Me gusta que a la gente le guste lo que hago, cómo lo hago, y me lo diga constantemente.

Así, me esfuerzo para llamar la atención, ya sea con mi forma de vestir, con mi estilo gótico o raro, hablando de forma distinta a lo que lo hace el resto de la gente, o "hablando con propiedad" (como se debe, cosa que hoy por hoy es raro). Además, de las cosas que hago, como la forma de escribir, mi letra, los diseños de mis dibujos, las imágenes que edito, así como la música que escucho, o los libros que leo.

Me gusta ser el centro de atención, me gusta que a la gente le guste. Me gusta que me lo digan, que me consideren una persona centrada; alguien que no habla mucho, pero que dice lo que hay que decir en el momento apropiado.

Es más, en este momento estoy pensando en que me gustaría que todos los que lean estas palabras me digan que soy un genio, que mi blog, aunque reciente, es muy bueno, y podría llegar a ser uno de los mejores.

Claro está, es imposible.

Sé que nunca tengo que esperar a que la gente me diga esas cosas, ya que soy humano, fallo, y siempre va a haber algo a quien no le guste lo que haga, así como el desear lo que en este momento deseo: ser alabado. A mucha gente de seguro le choca, le molesta. Sin mencionar que siempre va a haber errores en lo que hago, hasta en este escrito.

Pero, es uno de mis defectos. Quizás, algún día, madure. Quizás...

Segunda plegaria... † Hoy †

Desde hace tiempo llevo sintiéndome perdido en un mar de confusiones, soledad, sintiendo que el vacío me consume y me lleva a pensar que en la vida no hay nada que esperar, nada que se pueda hacer, más que vivir el hoy y el ahora.

Anoche, tuve una revelación. Dejé todo, todo. Dejé de ser el esclavo del consumo, me solté el yugo que me ataba a mis responsabilidades sin importancias, escapé de todo lo que me hacía mal. Hoy, puedo decir que siento la brisa fresca del día, siento el sol tibio acariciar mi piel oscura, y mi pelo despeinarse con el viento. Siento el frío y el calor, siento lo que es bueno y lo malo.

Hasta anoche, pasaba mis días y mis noches, sin vivir. Cada vez que podía, me conectaba al mundo virtual que el Internet es, dejaba de hablar con las personas que me quería, para hablar con desconocidos, para buscar información que no va a servirme nunca. Llegué a darme cuenta que todos los vicios de la vida puede soltarse con un simple Click.

Me perdía de estar con mis amigos, para estar con desconocidos que nunca serás más de lo que son ahora, nadie para mí. Dejé eso.
Dejé de sumergirme en el mar de los juegos virtuales, para volver a mis amados libros; las únicas historias que necesito.

El Click tiene que ser interno, tiene que estar en nuestras cabezas. Está ahí, siempre prendiendo y apagándose. Nosotros, sólo tenemos que dejar apagada las luces del dolor y empezar a vivir lo que realmente queremos, tomar lo que amamos, dejar lo que no nos gusta. Ser libres, ser uno mismo, honesto consigo mismo.

La primer plegaria... † Lacrimosa †

Creo que la mejor forma de empezar con esta historia es con algo que me identifique, algo que haya estado conmigo desde hace tiempo. La música está asociada a la humanidad desde el principio de los tiempos, cuando empezó a ser hombre.

Lacrimosa, una banda de música gótica, symphonic rock, que ha llegado a mis oídos de la mano de una mano amiga.

Su música ha sobrepasado todas las barreras, ha hecho que mi cuerpo vibrara y me dejara caer en el éxtasis, en el límbo de emociones nunca descriptas. Esta banda visitará Argentina el 12 de Julio, lo cual es lo que espero desde hace tiempo, su retorno. Como buen seguidor de Tilo Wolff y Anne Nurmi, ya tengo reservado mi lugar entre la masa de gente que irá a verlos, esperando a que, una vez más, entre al paroxismo melódico.

Invito a todos los ángeles nocturnos a que escuchen su música. Sin mencionar que su último CD es de lo mejor, así que no perderán nada dejandose llevar por los sentimientos que ellos hacen sentir.